Estados Unidos y China parecieron quedar en un punto muerto en su disputa comercial el domingo, debido a que Washington exigió promesas de...
Estados Unidos y China parecieron quedar en un punto muerto en su disputa comercial el domingo, debido a que Washington exigió promesas de cambios concretos a las leyes del gigante asiático y Pekín dijo que no aceptará algo que dañe sus intereses.
La guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo escaló el viernes, luego de que Estados Unidos elevó los aranceles a bienes chinos valorados en 200.000 millones de dólares y el presidente Donald Trump dijo que Pekín "rompió el acuerdo" al retractarse de compromisos que había hecho anteriormente durante las negociaciones.
El asesor económico de la Casa Blanca Larry Kudlow dijo a Fox News el domingo que Estados Unidos necesita ver que China está de acuerdo con disposiciones "muy fuertes" para hacer cumplir un eventual acuerdo y agregó que el obstáculo es la reticencia de Pekín de convertir los cambios en ley.
Kudlow prometió que los aranceles seguirían vigentes mientras continúen las negociaciones.
Pekín, sin embargo, se mantuvo desafiante. "En ningún momento China perderá el respeto por el país, nadie debería esperar que China coma una fruta amarga que dañe sus intereses centrales", sostiene una editorial que será publicada el lunes en el Diario del Pueblo, el periódico del gobernante Partido Comunista.
Agregó que las puertas de Pekín están abierta a las negociaciones, pero que no cedería en importantes temas de principios.
Kudlow dijo que hay una "sólida posibilidad" de que Trump se reúna con el presidente de China, Xi Jinping, en la cumbre del G-20 en Japón a fines de junio. Hasta la semana pasada, había expectativas de que Trump y Xi firmaran un acuerdo comercial en la cumbre.
Sin embargo, las negociaciones sufrieron un grave revés la semana pasada, cuando China propuso profundas revisiones a un borrador del acuerdo. Pekín quería borrar compromisos previos de cambios a las leyes chinas para aplicar las nuevas políticas de protección de propiedad intelectual y transferencias forzadas de tecnología.
El viceprimer ministro de China, Liu He, el principal asesor económico del gigante asiático, buscó defender los cambios en negociaciones con funcionarios estadounidenses en Washington el jueves y viernes, afirmando que el país realizaría los cambios mediante decretos promulgados por su Consejo de Estado, o gabinete, dijeron personas con conocimiento del tema.
Pero el Representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, rechazó la propuesta y dijo a Liu que Estados Unidos insiste en la versión previa del texto.
"Nos gustaría ver esas correcciones de acuerdo a lo que está codificado en la ley de China, no sólo en anuncios del Consejo de Estado. Necesitamos ver algo mucho más claro. Y hasta que lo veamos, mantendremos los aranceles", dijo Kudlow.
La guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo escaló el viernes, luego de que Estados Unidos elevó los aranceles a bienes chinos valorados en 200.000 millones de dólares y el presidente Donald Trump dijo que Pekín "rompió el acuerdo" al retractarse de compromisos que había hecho anteriormente durante las negociaciones.
El asesor económico de la Casa Blanca Larry Kudlow dijo a Fox News el domingo que Estados Unidos necesita ver que China está de acuerdo con disposiciones "muy fuertes" para hacer cumplir un eventual acuerdo y agregó que el obstáculo es la reticencia de Pekín de convertir los cambios en ley.
Kudlow prometió que los aranceles seguirían vigentes mientras continúen las negociaciones.
Pekín, sin embargo, se mantuvo desafiante. "En ningún momento China perderá el respeto por el país, nadie debería esperar que China coma una fruta amarga que dañe sus intereses centrales", sostiene una editorial que será publicada el lunes en el Diario del Pueblo, el periódico del gobernante Partido Comunista.
Agregó que las puertas de Pekín están abierta a las negociaciones, pero que no cedería en importantes temas de principios.
Kudlow dijo que hay una "sólida posibilidad" de que Trump se reúna con el presidente de China, Xi Jinping, en la cumbre del G-20 en Japón a fines de junio. Hasta la semana pasada, había expectativas de que Trump y Xi firmaran un acuerdo comercial en la cumbre.
Sin embargo, las negociaciones sufrieron un grave revés la semana pasada, cuando China propuso profundas revisiones a un borrador del acuerdo. Pekín quería borrar compromisos previos de cambios a las leyes chinas para aplicar las nuevas políticas de protección de propiedad intelectual y transferencias forzadas de tecnología.
El viceprimer ministro de China, Liu He, el principal asesor económico del gigante asiático, buscó defender los cambios en negociaciones con funcionarios estadounidenses en Washington el jueves y viernes, afirmando que el país realizaría los cambios mediante decretos promulgados por su Consejo de Estado, o gabinete, dijeron personas con conocimiento del tema.
Pero el Representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, rechazó la propuesta y dijo a Liu que Estados Unidos insiste en la versión previa del texto.
"Nos gustaría ver esas correcciones de acuerdo a lo que está codificado en la ley de China, no sólo en anuncios del Consejo de Estado. Necesitamos ver algo mucho más claro. Y hasta que lo veamos, mantendremos los aranceles", dijo Kudlow.