¿Y si mejor pensamos en el #2030 y nos olvidamos del #2024? Ante la evidencia de que el 2024, simple y sencillamente va a ser un mero trámit...
¿Y si mejor pensamos en el #2030 y nos olvidamos del #2024?
Ante la evidencia de que el 2024, simple y sencillamente va a ser un mero trámite, los mexicanos debiéramos estar considerando ya mejor a este sexenio que viene como un sexenio perdido y empezar a pensar mejor en construir hacia el 2030, el 2030, que es cuando terminaría el sexenio que todavía ni siquiera empieza. Parece muy aventurado, parece una locura, pero déjeme decirle que hay un tema.
La realidad es que todos los políticos, y digo todos, todos los del planeta, no crea que estoy nada más circunscribiéndome a los de México, todos prometen cosas insalvables, imposibles para llegar a las posiciones gubernamentales. Todo el mundo promete Jauja, promete el paraíso es alcanzable prácticamente en los primeros años de esa administración y todo el mundo cae. No es algo que solamente le pase a México.
En México nos pasa más seguido, pero bueno, a estas alturas ya a México ya debería de haber entendido lo que no ha entendido el resto del mundo, que es simple y sencillamente las promesas a corto plazo no funcionan, no sirven, son un mero sueño guajiro. Es la realidad, triste, pero pues así es. Los humanos tendemos a ser muy confiados y obviamente a pensar en un futuro mejor, porque al final del día para eso está concebida la política, para generar un mundo mejor y llevar a toda la gente en pos justamente de ese mundo mejor.
La realidad es que nos han tocado políticos muy malos en los últimos 50 años. Tanto el PRI como el PAN, como ahora Morena, nos han entregado pura maldita basura. En ese sentido, entonces cabe la posibilidad de esta propuesta que estoy haciendo de mejor estar pensando en el 2030. Mire, hay una base fundamental para el crecimiento de cualquier país y esto no es algo que me estoy inventando para nada.
Esa es la fórmula que los países exitosos han seguido de manera sistemática, una obsesión casi enfermiza por el crecimiento económico. Eso es de entrada, lo primerito que se está considerando para un país de primer mundo, una obsesión prácticamente enfermiza también en el tema educativo, que se instala precisamente para mejorar de manera sustancial la calidad de la educación y además la concentra y la dirige como un como un elemento estratégico para los siguientes 40 años.
Y por último, por supuesto, la igualdad, algo en lo cual México particularmente ha fallado de manera catastrófica en los últimos 50 años. Efectivamente, sí, hay que decirlo, México ha avanzado. No podemos decir que México se ha quedado en las antípodas del desarrollo. Eso sería una exageración si se ha avanzado México. El problema es que el avance de México solamente le ha tocado y le ha beneficiado a muy pocas personas.
El resto de la población, la enorme mayoría de la población se ha quedado detrás del desarrollo y ese es el gran problema. Es de hecho, el problema grave de México ciertamente es la corrupción. En eso coincido. Pero también otro gran tema y gravísimo tema, por supuesto, es también la desigualdad se ha disparado en los últimos ocho años y eso es un problema grave porque estamos dejando detrás.
Se está dejando detrás al 95% de la población y eso no puede resultar para nada bueno. Es por eso que sí hay que decirlo, la semilla con la cual nació esta administración actual, que era justamente el de resolver los problemas de la desigualdad, tenía sentido y por supuesto que encantó a muchas personas. Lamentablemente esa visión fracasó precisamente porque esta administración no supo hacerlo.
Entonces la siguiente administración le tocará entonces elegir un camino de izquierda o pseudo izquierda, como lo está haciendo en este momento, de centro o de centro izquierda. En todo caso, como quizá hubiera sido alguna vez el PRI, pero eso sí, correrse a la derecha sería un riesgo, porque entonces estaríamos hablando de una dicotomía política que probablemente quedaría bastante, bastante mal por hoy.
Para hoy y en el hoy estamos viviendo en una pseudo izquierda y probablemente si es lo que le haga falta a México, por supuesto, pero siempre, siempre y cuando se prioricen las tres vertientes que le acabo de comentar, que es justamente la obsesión por la educación, la obsesión por el desarrollo económico y la obsesión por nivelar, nivelar el desarrollo de todos, de todos, de todos, absolutamente de todos, alcanzando eso entonces podríamos entonces estar pensando en una izquierda que si pudiera llevar a México a buen, buen, muy buen terreno. Ha sucedido en el mundo. No estoy haciendo ni diciendo payasadas. Bueno, es más, no nos vayamos tan lejos. El ejemplo que todo el mundo quiere y desea para su país, el ejemplo, por ejemplo, de Singapur. Vale, pues entonces darle un voto de confianza a los políticos, siempre y cuando de verdad piensen más allá del sexenio que van a gobernar y entonces ahora sí hagan una propuesta seria en el rumbo que va a tomar el país en los próximos 40 años.
Por eso hay que ponerle mucho ojo a los candidatos que hagan propuestas, que vayan en ese sentido, en el sentido transexenal, más allá del sexenio que les toca administrar. Quién haga eso, sin importar que sean del PAN, del PRI, del PRD o de lo que sea, incluso hasta de Morena. Entonces esos serán los que valgan la pena.
Hoy por hoy, esto es, podremos considerarlo, no un sexenio perdido, un sexenio de aprendizajes. Ya nos quedó bastante claro que los tlatoanis no salvan a la población, pero hay gente inteligente en todos los partidos, no nada más en el que usted quiera. Ojalá. Ojalá que haya alguien, ojalá que haya un grupo. Ojalá que haya mucha gente pensando en un México del 2030 puesto y dispuesto para generar un nuevo gran desarrollo, ya sea por el lado de la izquierda, ya sea por el lado del centro.
Y si usted me apura así mucho, mucho, mucho, quizá una derecha... la derecha no suele pensar en ese tipo de cosas también hay que decirlo, pero quién quita y haya un garbanzo de libra.
#Morena y #MovimientoCiudadano ya están listos para el #2024, y la #oposicion sigue dormida
La mesa está servida. Ahora sí. Los únicos partidos que hasta el momento han anunciado con bombo y platillo quiénes van a ser sus candidatos o por lo menos cuándo va a comenzar su búsqueda de candidatos. Han sido evidentemente Morena, con todas sus corcholatas, y apenas este fin de semana Movimiento Ciudadano, que acaba de anunciar que ya será este próximo 5 de diciembre cuando se conozca quién será el abanderado de este partido a la Presidencia de la República.
Con esto, por supuesto, uno se pregunta Bueno, ¿y la oposición qué onda? Ya lo vimos establecido en este mismo espacio que clara y evidentemente la oposición, estamos hablando del PRI, del PAN, del PRD, prácticamente están renunciando a siquiera hacer algo durante este 2024 con toda la claridad del mundo. Han abandonado la primer responsabilidad de un partido político que es justamente ganar elecciones.
Queda bastante claro, por supuesto, que todo el mundo lo vemos. Morena tiene todas las de ganar para este próximo 2024. Quien sea el elegido de Morena será él o la presidente de los Estados Unidos Mexicanos. Así pongan un perro, un gato, un chivo o una lata de comida de gato. Gana y va a seguir siendo lo mismo exactamente para que pase lo mismo.
Así, así estuviera un chivo, un perro, un gato, una lata de comida de gato o AMLO. Es la misma tarugada. Por eso, precisamente en mi anterior intervención le había platicado usted que vale la pena, en todo caso, estar empezando a pensar cuál va a ser el resultado para el México del 2030, que es cuando termina el próximo sexenio.
Pero mientras eso ocurre, a mí me parece realmente deleznable que la oposición inexistente, por lo pronto haya renunciado de manera tan abyecta a participar activamente en las elecciones o por lo menos tratar de jugar el mismo juego que utiliza Morena, el de empezar a calentar el ambiente, el de poner a sus candidatos, el de empezar a hacer ruido, el de empezar a hacer por lo menos a trazar una vía.
Lo hemos dicho, ciertamente, y lo sigo insistiendo así pongan un pedazo de estiércol como candidato de Morena. Ese pedazo de estiércol gana. Perdón, pero bueno. Pero eso no quiere decir que renuncies a participar en las elecciones. Y hay que decirlo, eh? Mientras Morena y ahora Movimiento Ciudadano están tranquilos y sin ningún problema, pues en la Alianza las cosas no están nada sencillas, porque ya el PRD ya lloró y ya dijo que es injusto lo que le están haciendo porque no les están permitiendo siquiera figurar.
Y tiene razón el PRD. La oposición al final del día está haciendo exactamente lo mismo, exactamente lo mismo que hizo López Obrador o trató de hacer López Obrador en el tema justamente de las modificaciones legales. O sea, están eliminando por completo la opinión de las minorías, que en este caso podría ser el PRD. Y bueno, eso no da nada, nada, nada de buena espina, eh?
Se están quejando de López Obrador y ustedes son peores. Pero bueno, por lo pronto parece ser que esta contienda del 2024 va a ser mero trámite. La oposición está más que opacada, arrodillada y no unificada, y la verdad es que México tiene un problemón por delante.
#México potencia mundial... pero hay un problema: los #mexicanos
Si hay una razón por la cual la actual crisis migratoria es muy distinta a las anteriores, es porque en este momento en Estados Unidos hay una escasez de empleados brutal, prácticamente en todos los niveles, sobre todo aquellos que son operacionales. Hay una escasez de personal bestial, como nunca se había vivido en la Unión Americana. Y resulta contradictorio teniendo en cuenta que Estados Unidos es lo que es precisamente por los migrantes, no es por las personas que viven en Estados Unidos.
Y hay que decirlo con toda la claridad del mundo. Resulta entonces muy extraño, bueno, extraño y no que, por ejemplo, una vez terminado el título 42, Joe Biden haya decidido por utilizar todos los mecanismos del título ocho, que es todavía más restrictivo para impedir a toda costa que lleguen más personas, más migrantes a territorio estadounidense. Tiene que ver esto estrictamente con el proceso electoral por venir.
Por supuesto que está Joe Biden tratando de tranquilizar y amansar a las hordas de votantes que obviamente sienten un miedo justificado por precisamente que lleguen oleadas de migrantes que les quiten los empleos. Pero lo irónico del asunto radica en que son empleos que los mismos americanos no quieren, que no ejercen, que menos buscan. Y entonces, precisamente, por ejemplo, sobre todo en el campo estadounidense, ahorita si hay una verdadera crisis que está poniendo en riesgo ya la producción agrícola del país, está sumamente complicado.
Este asunto. Cualquier país, el que usted quiera, mande y diga se hace grande, no solamente con la contribución de las personas que viven en él, sino también además por la contribución de quienes llegan fuera de este país para contribuir a la economía. Si México fuera otro, otro espacio, si tuviera una política o una dinámica económica distinta, proveniente, por supuesto, de los últimos 30 años, entonces México estaría en una excelente oportunidad, porque entonces podría ser realidad el sueño que nos vendió López Obrador de darles empleo.
De hecho, hay que decirlo, no estaba nada desprovista de mérito la iniciativa de López Obrador en campaña, que decía que se le iba a dar empleo a los migrantes. Era una gran idea, una estupenda idea. El problema radica en que esa idea no tenía de dónde amarrarse, porque nuestra economía, hay que decirlo con toda la realidad del mundo y con toda la contrición.
Si usted quiere. Pero la economía mexicana no está para darle cabida a la oleada brutal de migrantes. Ni siquiera hacemos empleos suficientes para los mexas, menos vamos a tener espacio para los migrantes. Ese es el gran problema. México podría beneficiarse, si lo pensara de manera inteligente y estructurada, del hecho de que Estados Unidos todavía tiene vigente el acuerdo que Donald Trump le impuso a México de por lo menos estar recibiendo 30.000 migrantes mensuales.
Aquí, justamente en territorio mexicano, el asunto radica en que no hay dónde ponerlos, no hay trabajo, no hay empleo, no hay educación, no hay forma de darles, bueno, ni siquiera techo. Bueno, es más, se acaban de cerrar las oficinas de migración de todo el país, ¿donde les vamos a dar cabida, donde les vamos a dar empleo?. Lamentablemente toda esa valiosísima mano de obra, toda esa manufactura, pero también mantefactura posible, con todas esas personas que están esperando pasar a Estados Unidos, se quedan atoradas en México se está perdiendo en México lamentablemente no tenemos la infraestructura.
Ahí es donde entra la agenda. Ya no nada más del 2024, sino del 2030. Esto ya se volvió un triunvirato de conexiones en estas, pues en esta parte. Pero déjeme decirle que México podría eventualmente beneficiarse del enorme flujo migratorio, siempre y cuando tuviera empresarios o empresas, por supuesto, que tuvieran la capacidad de darle ese empleo tan buscado y querido a esas personas que están esperando pasarse a Estados Unidos.
Eventualmente. Esto podría ser una gran oportunidad para México, porque si lográsemos el milagro, porque sí, sería un milagro de poder no solamente darle empleo a todas esas personas que quieren irse a Estados Unidos, sino además convertir a México en el lugar ideal de Latinoamérica para el empleo de todos. Uff, hoy si no le platico México crecería de manera brutal, no, ya no brutal, exponencial.
¿Qué es lo que nos hace falta? Más que un gobierno que propicie eso, empresarios osados, capaces, que pudieran hacer realidad ese milagro, eso sería lo que realmente necesitaría México y obviamente un gobierno que les facilite a los empresarios hacer ese tipo de negocios en la medida de que creciera la posibilidad de darle empleo a todas esas personas, la economía mexicana crecería de manera exponencial y sería un referente a nivel mundial.
El problema es que para esto tenemos a los mexicanos y ahí es donde todo se jode. Perdón que lo diga, pero así es.
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