Cuando yo era pequeño, pensaba que He-Man era la mejor caricatura del mundo. Ya un poquito más crecidito, me di cuenta de que era una autént...
Cuando yo era pequeño, pensaba que He-Man era la mejor caricatura del mundo. Ya un poquito más crecidito, me di cuenta de que era una auténtica basura. Cuando estaba yo en la universidad, yo pensaba que Nietzsche era el más grande filósofo engendrado aquí en la Tierra. Y lo pensé durante mucho tiempo. Después de leer a muchos filósofos, pues me di cuenta de que estaba bastante equivocado. Incluso durante algún tiempo también llegué a creer que Cioran era un gran filósofo. Y pues bueno, ya después, evidentemente, con el paso del tiempo me he dado cuenta de que hay otros filósofos mucho más interesantes, como por ejemplo podrían ser Ken Wilber, un filósofo integrista.
Conforme vamos avanzando en nuestro desarrollo nos vamos dando cuenta de que algo que anteriormente nos gustaba o decíamos que era lo más grande del mundo, pues evidentemente no lo era tanto a la vista de la madurez, a la distancia, cuando uno ya empieza a integrar elementos de desarrollo mental.
Tirarle, desmadrar y prácticamente mandar al ostracismo a las personas que cambian de opinión con respecto a un partido político me parece una exageración, un auténtico despropósito. Así como hemos cambiado a lo largo de nuestra vida de de opinión con respecto a gustos, personas, literatura y gente, pues evidentemente también lo podemos hacer en el tema de los partidos políticos.
Alejandra del Moral, el último caso de salida del Partido Revolucionario Institucional, quien apenas en febrero pasado se tomaba fotos alegremente con Xóchitl Gálvez, pues ahora, de pronto, de buenas a primeras, se cambió al lado oscuro, al PRI nuevo que es justamente Morena. Alejandra del Moral fue candidata del PRI a la gubernatura del Estado de México y la perdió ante Morena, precisamente, no es el primer caso en este asunto del desmoronamiento del Partido Revolucionario Institucional.
De hecho, con Alito Moreno, su actual presidente, las cosas se han puesto bastante mal.
Moreno se convirtió en presidente nacional del PRI cuando este partido 14 gubernaturas en la bolsa. En este momento el PRI nada más tiene dos gubernaturas.
Con Alito Moreno el PRI ha expulsado o recibido la renuncia de más de diez políticos de alta alcurnia. ¿Quién hubiera imaginado que, por ejemplo, Miguel Ángel Osorio Chong iba a renunciar al PRI?, ¿o Claudia Ruiz Massieu?.
Alito Moreno en este momento tiene muy malas cuentas para un partido al que dice amar con todo el corazón.
¡Pues no me defiendas, compadre, porque está canijo!. El saldo es terrible. Y uno entonces empieza a preguntarse en dónde está la verdadera traición.
En las cuentas de Alejandra Alejandra del Moral existe la pérdida de una gubernatura, pero en la de Alito Moreno la debacle en 12 estados y un PRI totalmente disminuido y franca vía de extinción.
¿Quién es el verdadero traidor? ¿Quién es el que de verdad ha destruido la institución que tanto le dio? ¿Quién es el que de verdad socavó desde abajo al Partido Revolucionario Institucional?
Creo yo que Alito Moreno es el peor traidor al Partido Revolucionario Institucional que, también hay que decirlo, ya merece un entierro urgente porque ya huele muy mal.
Que destruyamos a un político porque cambia de opinión y se cambia de partido me parece excesivo, e incluso hipócrita.
Volvamos al análisis de las traiciones. Cuando era un pequeñajo, por contagio yo le iba al América porque mi padre era, y sigue siendo, americanista. Pero después, viviendo en Guadalajara, me empezaron a caer bastante bien las Chivas y al final del día terminé yéndole a las Chivas.
Todavía le voy a las Chivas a pesar de todo.
¿Y quien me acusa de traición?
Cada quien tiene su estilo de salir corriendo de un barco que se está hundiendo, y en el caso del PRI ese barco ya está en el fondo. Las últimas ratas alcanzaron a salir a la superficie para medio respirar y, pues bueno, esta última logró salir a la superficie de último momento.