Pues ahora sí, puerta abierta para que los narcos, los políticos y los empresarios entren de lleno al poder Judicial. Si la elección del pu...
Pues ahora sí, puerta abierta para que los narcos, los políticos y los empresarios entren de lleno al poder Judicial.
Si la elección del pueblo bueno y sabio de diputados, senadores, presidentes municipales, gobernadores o presidentes de la República estuviera libre de la influencia no solamente de los narcos, de los políticos o de los empresarios, sino que además fuera garantía de ser la panacea para evitar la corrupción, pues entonces tendríamos ya más de 100 años siendo una potencia mundial.
Pero la realidad es que el proceso de elección a cargo del ciudadano no siempre es el mejor. Y las pruebas ahí están.
La clase política que tenemos es una reverenda porquería. ¿Cómo, entonces vamos a pensar que, de manera mágica esto, este mismo proceso se va a traducir en la eliminación de la corrupción entre jueces y magistrados y toda la gente de la Corte?
Es absurdo.
Ahora vamos a permitir que los narcos, primeros clientes del Poder Judicial, le metan lana a las campañas de quienes ellos quieran o necesiten sea juez o magistrado.
Ahora sí vamos a tener a otros políticos interesados en tapar sus fechorías financiando campañas de jueces y de magistrados.
Vamos a tener a empresarios más que dispuestos a financiar campañas de jueces y magistrados para que fallen a favor de ellos en temas relacionados principalmente con sus deudas al Servicio de Administración Tributaria.
Así funciona el mundo.
¿Cómo es posible que haya gente todavía que le dé la razón al Presidente de la República y sus adláteres creyendo ingenuamente que, ahora sí, la elección de jueces y magistrados por parte del pueblo bueno y sabio va a erradicar por completo la corrupción y las tranzas?
Le estamos dando la llave de la impunidad a lo peor de lo peor.
Bienvenidos sean pues ustedes, trío de males que tiene México, a este lodazal que se llama Administración de Justicia.