El Vaticano concede con rapidez y casi de forma automática la secularización de sacerdotes con hijos con el objetivo de que puedan así ...
El Vaticano concede con rapidez y casi de forma automática la secularización de sacerdotes con hijos con el objetivo de que puedan así acompañar a la madre en su cuidado y manutención, dijo hoy el prefecto de la Congregación para el Clero, Beniamino Stella.
Según reconoció en el diario oficial “L’Osservatore Romano”, su ente usa desde hace una década un documento “técnico” para afrontar los casos de sacerdotes o clérigos que hayan tenido descendencia.
Explicó además que ya su antecesor, el cardenal brasileño Claudio Hummes, propuso a Benedicto XVI que los sacerdotes con hijos puedan obtener la dispensa para salir del sacerdocio antes de cumplir los cuarenta años, como dictaba la legislación canónica de entonces.
En la actualidad, apuntó Stella, cerca del 80 % de las peticiones de dispensa papal solicitadas por sacerdotes tienen que ver con la presencia de hijos, a veces ya concebidos tras el abandono del propio ministerio sacerdotal, según un “cálculo aproximado”.
La Congregación para el Clero trata como “una causa automática” las dispensas presentadas cuando hay hijos de por medio para acelerar su aceptación por parte del pontífice.
“Se trata por lo tanto de hacer lo posible para que la dispensa de las obligaciones del estado clerical se obtenga lo antes posible, en un par de meses, y el cura pueda estar disponible junto a la madre para cuidar de la prole”, refirió el purpurado.
Y es que, tal y como ha defendido el papa Francisco, la atención de los sacerdotes debe ser para su descendencia: “No se refiere solo al necesario apoyo económico, pues lo que debe acompañar el crecimiento de un hijo es el afecto de ambos padres”, alegó Stella.
En estos casos, el Vaticano considera “irreversible” la salida del sacerdocio, en el que rige el celibato.
Sin embargo, “a veces” un cura con descendencia se niega a salir del sacerdocio, alegando el fin de su relación con la mujer.
En esos casos, reconoció Stella, “lamentablemente hay obispos y superiores que piensan que, tras haber ayudado económicamente a la prole, y después de trasladar al sacerdote” a otra diócesis, “este puede continuar ejerciendo su ministerio”.
Esta “incierta” acción, apuntó, se debe a “la resistencia del cura a pedir la dispensa, a la ausencia de una relación afectiva con la mujer y a veces al deseo de algunos responsables de ofrecer al sacerdote arrepentido una nueva oportunidad ministerial”.
Por el contrario, cuando un obispo o superior considera que el cura debe hacerse cargo de su progenie pero este se niega a pedir la dispensa, se puede presentar el caso a la Congregación, que se encarga de expulsarle y reducirle al estado laical.
Stella reconoció que hay excepciones por lo que cada caso se examina en función del contexto y defendió los casos de curas con hijos no son óbice para la vigencia del celibato en la Iglesia católica.
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