En los últimos cinco días por lo menos, me ha llegado unas diez veces el video en donde aparece Claudia Sheinbaum, la aspirante de Morena a ...
En los últimos cinco días por lo menos, me ha llegado unas diez veces el video en donde aparece Claudia Sheinbaum, la aspirante de Morena a ser candidata a la Presidencia de la República para este 2024, llegando al aeropuerto de la Ciudad de México acompañada únicamente por dos personas y, luego después, siendo recogida allí en la rotonda del aeropuerto por un vehículo compacto.
Quienes tomaron el video y luego después obviamente toda la gente que estuvo distribuyendo este video por las redes sociales, particularmente por WhatsApp, criticaron fuertemente el hecho de que Claudia Sheinbaum no apareciera con un enorme séquito o con un montón de seguidores, o con un montón de gente. Sí, resulta raro que les parezca raro que una persona llegue al aeropuerto como una persona.
Bueno, quiero pensar yo que estaban acostumbrados, o les gusta la idea de que una persona popular sea recibida con todo el boato y la magnificencia necesarias para entonces sentirnos importantes o interesantes. Y tiene sentido que esas personas piensen eso porque anteriormente tuvimos a un Enrique Peña Nieto -ay, tan guapo- y también tuvimos a un Vicente Fox -ay, con un apellido tan extranjero, y tan alto también-, y así por el estilo.
Pero nada más hay que recordar que, por ejemplo, Peña Nieto fue un monumento a la corrupción y a la ineptitud, y Vicente Fox fue un auténtico monumento a la estupidez. Entonces el hecho de que se vistan bien, o por ejemplo, que estén llenos de gente alrededor, pues no garantiza en lo absoluto que sean capaces de gobernar. Aquí el tema radica en que evidentemente, de pronto los mexicanos perdemos el pie en bagatelas.
Evidentemente, el tono con el cual fue enviado este video a las redes sociales y a los sistemas de comunicación o mensajería directa, pues obviamente iba con todo el tono de denostar el hecho de que no hubiera un enorme aparato de recepción para alguien que aspira a dirigir a un país ¿y que no es eso lo que queremos?. A ver, un momento, momento, oiga...
¡Al revés!. No estoy haciendo apología de Claudia Sheinbaum. Pero, oiga. Caray, ¡qué bueno que no tuvo un aparatote!. ¡Qué bueno que no había seguidores!. Oiga, ¡qué bueno que no estuvo jodiendo a la gente que vaya al aeropuerto con un aparatazo de personal! Oiga, Claudia Sheinbaum como una ciudadana común, es lo menos que esperaríamos de cualquier dirigente, sobre todo a alguien que aspira a dirigir un país.
¿Que no es eso lo que queremos de nuestros políticos?, Insisto, de verdad. Francamente, este envío masivo de este video, con ese comentario me pareció un despropósito, pero sobre todo, más bien a mí me hizo pensar justamente al revés. Francamente, si es eso lo que yo quiero: un dirigente de una nación que no sea ostentoso, un dirigente de un país que no esté haciendo alarde de amor, convenenciero por supuesto. A mí me parece deseable alguien que no esté utilizando el aparato gubernamental para desplazarse en el país.
Insisto, ¿no es eso?. Claro, tampoco quiero pensar que alguien, por ejemplo, que se vista diariamente de indígena, por supuesto, porque eso sería una pose también, sino alguien que se vista de acuerdo al uso de la enorme mayoría de los mexicanos que no tenemos la lanototota para tener trajes de corte inglés o un séquito enorme.
En resumidas cuentas, por lo menos en lo que a mí respecta, el tono del video que ha sido enviado por todos lados, pues provocó exactamente lo contrario. Si, me gusta. Qué bueno que Claudia Sheinbaum no ande con un aparatazo de personal en su gira por México. Qué pena de partido, ¿verdad? Pero de entrada, palomita para Claudia.