Hace unos momentos se confirmó lo que prácticamente todos conocíamos: Xóchitl Gálvez será la candidata del Frente Amplio en los próximos mes...
Hace unos momentos se confirmó lo que prácticamente todos conocíamos: Xóchitl Gálvez será la candidata del Frente Amplio en los próximos meses, la contendiente que se enfrentará a Claudia Sheinbaum. La verdad es que no hay nada novedoso bajo el sol; todo esto fue una simulación. Morena llevó a cabo su simulación, y hoy prácticamente concluye la simulación del Frente.
Pero, ¿cuál es la cuestión? A pesar de que todos sabíamos que Xóchitl Gálvez era la candidata idónea para esta tarea, sorprendió a muchos, y a otros no tanto, el hecho de que Alito Moreno, el líder nacional del PRI, tuviera ese inexplicable deseo de señalar que su otra candidata, Beatriz Paredes, no tenía ninguna esperanza.
Sí, tomó a todos por sorpresa, y la gente se preguntó, "¿por qué la prisa?"
Conociendo a Alito Moreno como un traidor y, bueno, siendo miembro del PRI, esas dos cualidades a menudo van de la mano. Hay priistas respetados y de buena reputación, pero son pocos. Muchos se siguen preguntando: "¿Por qué Alito Moreno tenía tanta urgencia en señalar que Beatriz Paredes no se beneficiaba de las encuestas del Frente?". Bueno, es fiel a su costumbre de ser un traidor y un priista tradicional, de los que todo el mundo conoce. Sin duda, debe haber una explicación oculta detrás de todo este enredo.
Después de discutirlo con varias personas, todos llegan a una sola conclusión: Alito Moreno está haciendo el trabajo sucio desde ahora para Morena.
¿Cuál sería la mejor manera de deslegitimar la candidatura de Xóchitl Gálvez para la Presidencia? Obviamente, sería insinuar un acuerdo turbio, engaño, trampa o favoritismo. Y ese favoritismo solo podría justificarse si algún líder partidista se inclinara prematuramente a su favor. ¿Y quién lo hizo? Ahí tiene usted a Alito Moreno.
Lo que hizo al descartar a su propia compañera de partido, Beatriz Paredes, fue legitimar un ataque, uno de muchos, que se dirigirán contra Xóchitl Gálvez. Obviamente, la declaración de Alito deslegitima el proceso interno del Frente. Sí, lo convierte prácticamente en lo mismo que Morena, un auténtico caos corrupto para favorecer a quienes conviene, en este caso, a Xóchitl Gálvez. Pero, ¿cómo ensuciarlo? Haciendo precisamente eso, manifestándose desde el principio para sembrar dudas, para poder decir que hubo trampa, para que puedan decir: "¿Ven?, son iguales, son corruptos, son sucios, siempre lo dije, no se puede confiar en estos priístas".
Y sí, parece que en Alito Moreno nunca se puede confiar.