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Virus y bacterias en la CNTE
Los cambios de clima y las condiciones de alimentación les empiezan a cobrar factura de manera implacable a los maestros de la CNTE movilizados en la Ciudad de México, después de 15 días de plantón, protestas y bloqueos. Resulta que la lucha de clases no incluye inmunidad contra virus ni bacterias, y cada vez son más los centistas que se quejan de enfermedades respiratorias y malestares estomacales que los tienen más preocupados por encontrar un baño limpio que por derrocar al sistema neoliberal.
Abierto el paréntesis para llevar la consulta de los 5 puntos de la propuesta del gobierno a las bases en sus estados —porque al parecer la democracia sindical sí existe cuando conviene—, los bloqueos que estrangulan a la ciudad se están montando con contingentes más pequeños, muchos de ellos integrados por los únicos maestros que aún conservan suficiente flora intestinal para mantenerse en pie. Muchos ya no quieren seguir en el campamento sobre la plancha del Zócalo, descubriendo tardíamente que dormir en el concreto con 40 grados de día y 15 de noche no es precisamente el paraíso proletario que imaginaron.
Hay quienes aseguran que habrá acuerdo antes de la elección del domingo para retirarse —quizás motivados más por la necesidad urgente de una ducha caliente que por la magnanimidad gubernamental— y quienes pronostican una intensificación de la presión del magisterio al gobierno, aunque será difícil presionar con la misma fuerza cuando la mitad de tus efectivos están buscando desesperadamente papel higiénico. En las próximas 48 horas sabremos quién tuvo la lectura correcta: si los optimistas que creen en la negociación política o los realistas que apuestan por el poder devastador de una gastroenteritis colectiva. Por ahora, se requieren tecitos para las vías respiratorias y remedios para asentar el estómago, porque al final del día, hasta los revolucionarios más férreos sucumben ante las leyes inmutables de la fisiología humana.
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¿Cuánto costaría la utopía de la CNTE?
En el encuentro entre los titulares de Gobernación, Educación e ISSSTE con la Comisión Nacional Única de Negociación de la CNTE, las autoridades federales reconocieron como una demanda legítima la de buscar abrogar la ley del ISSSTE —porque al parecer reconocer lo imposible como legítimo es la nueva diplomacia gubernamental—, pero también aceptaron que esto representaría un impacto financiero muy grande que en este momento resultaría insostenible para el Estado, o en otras palabras: "tienen razón, pero no tenemos ni tantito dinero".
Revertir la ley tendría un costo fiscal para el erario de aproximadamente 1.5 billones de pesos, la sexta parte de los 9.3 billones de pesos del presupuesto de egresos de este año, lo que significa que para darle gusto a la CNTE habría que sacrificar prácticamente todo lo demás que hace el gobierno federal. Con lo que se comprometería gravemente la garantía de los programas sociales que ya forman parte de la Constitución, convirtiendo la petición sindical en una especie de Robin Hood al revés: quitarle a los pobres para darle a los maestros.
También advirtieron que generaría incertidumbre masiva entre los trabajadores que ya cotizan en el esquema pensionario actual, y pondría en riesgo el derecho de las nuevas generaciones a acceder a pensiones dignas, porque al parecer la CNTE cree que las leyes de la economía son tan flexibles como las de la física en las caricaturas del Coyote y el Correcaminos. Sin embargo, hasta ahora el magisterio disidente mantiene su inconformidad con la respuesta recibida por parte del gobierno —porque las matemáticas son una opinión, no una ciencia exacta— y ha hecho llamados a reforzar el plantón, demostrando que cuando se trata de economía sindical, uno más uno puede dar tres si se protesta lo suficiente.
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Arturo Ávila no sabe usar el CapCut
Arturo Ávila, millonario vocero y editor de contenido incómodo de la bancada morenista en la Cámara de Diputados, recibió un merecido jalón de orejas del coordinador guinda Ricardo Monreal por haber cortado el video y audio de la conferencia que dio el miércoles. A los responsables de la comunicación del partido oficialista en San Lázaro se les hizo fácil editar la conferencia y quitar la pregunta y la respuesta sobre las acusaciones que le hizo a don Ricardo la exalcaldesa de Cuauhtémoc, Sandra Cuevas, por presuntas amenazas de muerte. Porque claro, nada como un poco de censura selectiva para mantener la imagen inmaculada del líder parlamentario, ¿verdad?
Tan burda fue la decisión de don Arturo para eliminar el contenido que consideró incómodo para el líder de su bancada —aplicando esa lógica orwelliana de que lo que no se ve no existe—, que fue el propio Monreal quien tuvo que corregirle la plana como maestro regañando a alumno novato. "Le dije al vocero: No, no borren nada, como salga", declaró Monreal, demostrando que a veces hasta los políticos experimentados tienen que recordarle a sus subalternos que la transparencia no es opcional, sino una obligación democrática básica que aparentemente Ávila olvidó en su manual de comunicación política.
A ver si próximamente don Arturo, en su nueva faceta de editor de realidades incómodas, no decide también borrar las preguntas sobre una lujosa residencia en California, porque al paso que va, pronto tendremos la versión censurada de cada declaración gubernamental, editada con el mismo criterio editorial que usan los reality shows para crear drama donde no lo hay.
No aprendió nada en los Executive Success Programs que tanto le gustaban a él y a su amigazo Carlos Emiliano Salinas.
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Se acabaron la lana
El nuevo edificio de la Cámara de Diputados, el "J" que comenzó a construirse desde 2023 con una jugosa bolsa de 247 millones de pesos, está parado como estatua de sal bíblica. A dos años de iniciada, la obra permanece congelada en el tiempo, y aunque en la Junta de Coordinación Política se asegura con cara de póker que la pausa se debe a que dejarán de dar adjudicaciones directas y comenzará un proceso de licitación —porque claro, ahora sí van a ser transparentes—, en los pasillos se susurra la verdad incómoda: en realidad no hay dinero y se acabaron los famosos guardaditos que tanto presumían.
Los trabajadores, quienes tradicionalmente reciben incrementos salariales año con año vía oficio como si fuera regalo de Reyes Magos institucional, afirman que les están diciendo que este año no habrá aumento porque no hay recursos, descubriendo tardíamente que las arcas públicas no son el cuerno de la abundancia que creían. Una cosa es la pobreza franciscana predicada fervorosamente por el morenismo desde sus púlpitos de la Cuarta Transformación, y otra muy diferente es que les hagan el truco del mago más burdo de la historia y desaparezcan los recursos como si fueran conejos en sombrero de copa roto.
Resulta que construir edificios de lujo con presupuestos infinitos era más fácil cuando el cochinito estaba lleno, pero ahora que hay que rendir cuentas y justificar cada peso, la realidad financiera les está cobrando factura con intereses moratorios incluidos.
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Lo que faltaba: candidatos fantasma
A unas horas de que los ciudadanos acudan a las urnas como peregrinos democráticos en busca de la justicia perfecta, el INE informó que no ha podido localizar a seis candidatos —uno a magistrado y cinco a jueces— para que suban su información al sistema Conóceles, convirtiéndose en los primeros políticos mexicanos que logran desaparecer antes de ser electos. Por eso no se cuenta con ningún tipo de información de estos aspirantes, quienes aparentemente creen que gobernar es como el juego de las escondidas: mientras menos sepan de ti, mejor.
Esta omisión, denunciaron los consejeros del INE con la paciencia de santos laicos, atenta contra el derecho sagrado de los ciudadanos a conocer el currículum de los candidatos y tomar una decisión informada, porque al parecer votar a ciegas es la nueva modalidad democrática que está de moda. Si ya de por sí la elección es compleja como crucigrama en chino mandarín, estos aspirantes invisibles dificultan aún más a los ciudadanos el tomar una decisión, obligándolos a ejercer poderes adivinatorios que no aparecen en ningún manual de educación cívica.
Resulta que estos seis candidatos han perfeccionado el arte político de existir sin estar, de aspirar sin comparecer, convirtiendo la elección judicial en una lotería cósmica donde los votantes tendrán que confiar más en la intuición que en la información. Porque nada dice "confianza en el sistema de justicia" como elegir jueces que desde antes de ganar ya practican el arte de la invisibilidad institucional.
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Ooootro fierro en la lumbre
Como si algo le faltara a Palacio Nacional en su colección de conflictos cotidianos, empresarios y distribuidores de gas LP han amenazado con iniciar una huelga nacional para paralizar la entrega del combustible, porque al parecer en México no puede haber una semana tranquila sin que alguien amenace con paro, bloqueo o huelga de hambre. ¿El motivo de esta nueva telenovela empresarial? Resulta que están inconformes porque el gobierno federal impuso desde 2021 un tope máximo al precio de 10.61 pesos por litro, lo que ha reducido hasta en 50 por ciento los ingresos de las gaseras, provocando según sus propias palabras una crisis financiera en el sector que los tiene al borde del colapso económico y la bancarrota emocional.
Sin embargo, la presidenta Claudia Sheinbaum, cuestionada al respecto con esa calma zen que caracteriza a los políticos experimentados, desestimó el tema como quien espanta una mosca: "No creo que se vaya a dar el paro", dijo con la confianza de quien ha visto suficientes amenazas empresariales para saber cuáles son en serio y cuáles son puro teatro, y confió en que "va a haber un acuerdo" porque al final del día todos necesitan seguir vendiendo gas y el gobierno necesita que la gente pueda cocinar sus frijoles sin quebrar el cochinito familiar.
¿Será que los gaseros realmente están dispuestos a cortar el suministro y enfrentar la ira popular de millones de mexicanos que se quedarían sin poder hacer sus quesadillas, o será que esta es otra de esas amenazas empresariales que suenan muy dramáticas en los comunicados de prensa pero se desinflan más rápido que un globo pinchado cuando llega la hora de la verdad?
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