El Gran Hermano versión 4T ¡Ah, la flamante Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión , un verdadero monumento a la hipocresía legislati...
El Gran Hermano versión 4T
¡Ah, la flamante Ley de Telecomunicaciones y Radiodifusión, un verdadero monumento a la hipocresía legislativa! La oposición la ha bautizado cariñosamente como "Ley Censura", porque, claro, ¿qué hay más libre que una ley que te dice cómo opinar y te vigila en tiempo real? Los genios de Morena y sus siempre leales aliados la aprobaron con una prisa admirable, justo como se aprueban las leyes que no tienen nada que ocultar. La Presidenta Sheinbaum, con su inigualable aplomo, nos asegura que "ni espía ni censura, ni nada que se le parezca".
¿Y el artículo 183?
Idéntico al de 2014, ¡ese que antes era una "aberración jurídica" y un "insulto a la inteligencia ciudadana" cuando la izquierda estaba en la oposición! Ahora, es la panacea de la seguridad. Es como si la verdad fuera una de esas viejas leyes: se saca del cajón, se le cambia el nombre y ¡voilà!, es nueva y revolucionaria.
La oposición, entretanto, pasea ataúdes simbólicos, lamentando la "muerte de la libertad", mientras el oficialismo celebra que el "Big Brother" por fin tiene su licencia oficial. Disfruten la conexión, si no los desconectan por "interés público" o por no distinguir entre "información" y "opinión". ¡Qué tiempos, qué avances!.
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Movimiento Naranja muy "Guinda"
La oposición, cual Fénix ceniciento tras la "masacre electoral de 2024", intenta, o al menos "lo intenta", levantarse de sus escombros. El PRI y el PAN, fieles a su estilo, desatan diatribas contra el "gobierno espía" y la "ley censura", incluso llevando un ataúd al pleno para simbolizar la muerte de la libertad de expresión. Una teatralidad digna de mejor causa.
Mientras tanto, Movimiento Ciudadano, ese partido naranja que un día fue la "tercera vía", ahora es abiertamente señalado como "el hijo más joven de Morena" o, al menos, un aliado que vota "a favor" en leyes tan polémicas como la de Telecomunicaciones. Dicen que es por "cambios significativos", pero muchos murmuran sobre la "gran amistad" de sus líderes con el "propietario del partido Morena". La coherencia política, al parecer, es una moneda de cambio muy valiosa en estos días.
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La Sinfonía de los Secretos del Cártel
Ovidio Guzmán López, alias "El Ratón", hijo del infame Chapo, se ha declarado "culpable" en Estados Unidos. ¡Una movida brillante para evitar una condena larga y, de paso, convertirse en "testigo colaborador"! Los pasillos de la política mexicana resuenan con un "temblor de miedo" porque "El Ratón" tiene meses soltando la sopa, señalando a funcionarios y políticos mexicanos que lo ayudaron a manejar el cártel.
La Presidenta, con su calma de pájaro dodo característica, no da "señales de que esté dispuesta a interceder" por nadie, salvo por su mentor. Mientras tanto, senadores de Morena, con Noroña a la cabeza, se burlan y desafían: "¡Que suelte toda la sopa! Que se preocupen el PRI y el PAN", esos partidos que, según ellos, sí han tenido vínculos con el crimen organizado.
Pero lo cierto es que por dentro y por fuera se mueren de nervios.
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La Lista de los 300
Desde que Donald Trump de regreso en la Casa Blanca, la relación México-EE. UU. se ha vuelto un espectáculo digno de un circo de terror. La Presidenta Sheinbaum, al parecer, recibió una lista de unos "300 mexicanos" que podrían ser declarados "non gratas" en EE. UU., incluyendo políticos, empresarios y hasta artistas.
Se habla de vínculos con el crimen organizado y hasta de la polémica contratación de médicos cubanos. Mientras tanto, Trump se burla de los migrantes en su nuevo "Alcatraz de los caimanes" en Florida, sugiriéndoles que corran en zigzag si quieren escapar de los reptiles. ¡Qué humor tan particular!
La Presidenta, en privado, intenta "administrar las embestidas" de Trump, pero en público mantiene una posición "vehementemente nacionalista", negando todo sin pruebas.
Al final, Washington "quiere sangre morena", y México, con su "ingenio diplomático", busca "salvar el T-MEC" y la "buena relación" con un aliado que, en lo comercial, ha sido "muy injusto" y hasta amenaza con "aranceles del 30 o 35 por ciento".
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Publicidad para el nuevo ogro
La Guardia Nacional, ese cuerpo "civil" que ahora está "totalmente adscrita a la Secretaría de la Defensa Nacional", se consolida como la nueva policía del país. Con leyes que le dan "mayores facultades de investigación e inteligencia", incluyendo el acceso a "cualquier registro administrativo", desde placas vehiculares hasta historiales médicos.
Para mejorar su imagen, porque a nadie le gusta un cuerpo militar con poder absoluto, la SEDENA ha contratado una campaña publicitaria de 7 millones de pesos para posicionarla como "cercana y confiable", a pesar de los "actos de represión o ejecuciones extrajudiciales" de algunos de sus elementos.
Es una estrategia brillante: si la realidad no cuadra, ¡cambiamos la percepción con un buen spot! Y si esto sirve para "contrarrestar a Omar García Harfuch", un potencial candidato presidencial, ¡mejor aún! La seguridad se logra, al parecer, con propaganda y más poder, no con menos impunidad..
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Adiós a los Plurinominales
La Presidenta tiene una "convicción" profunda: los diputados plurinominales son una "aberración". ¡Claro, esas posiciones que se obtenían por "relación con los líderes de sus partidos" y no por "capacidad"!
Curiosamente, la propuesta más radical, que reduciría el Congreso de 500 a 300 posiciones, ¡ampliaría "considerablemente el poder de Morena"! No hay duda de que si Morena logra su objetivo de eliminar a los plurinominales, tendremos un Congreso más "eficiente" y, sobre todo, mucho más guinda.
El INE, ese incómodo árbitro, también está en la mira para reducir su presupuesto, porque, ¿para qué tener un organismo electoral costoso cuando puedes tener uno más "austero" y, convenientemente, bajo el control del Ejecutivo?
No se trata de eliminar la burocracia dorada, sino desmantelar la competencia electoral a la medida de la 4T. Y si eso significa menos casillas o votos contados "fuera del ojo ciudadano", ¡es un pequeño precio a pagar por la transformación al México de los años cincuentas!.
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Pobre Economía Mexicana
La economía mexicana, cual equilibrista en la cuerda floja, ve cómo las expectativas de crecimiento mejoran "ligeramente" (de 0.18% a 0.20%), pero la inflación sube. El peso se "fortaleció 10 por ciento frente al dólar" en el primer semestre de 2025, cierto, pero no nos emocionemos demasiado, porque eso sucedió porque el dólar, ese billete verde tan noble, se "depreció 10.8 por ciento frente a las principales divisas". ¡Qué suerte la nuestra que la fortaleza no sea solo por méritos propios, sino por "errores ajenos"!
El ambicioso plan fiscal de Trump promete "mayor dinamismo" para EE. UU., lo que "beneficiaría" a México, aunque también podría "afectar el atractivo del nearshoring" e incluso "debilitar al dólar". Pero no hay problema, México sigue siendo un "refugio para ciertos capitales", al menos mientras el entorno se mantenga estable.
La realidad es que los principales obstáculos para el crecimiento siguen siendo la "inseguridad pública", la "política sobre comercio exterior" y la "falta de estado de derecho". Pero, ¿quién necesita resolver problemas cuando el dólar se debilita?.
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Responsabilidad Multimillonaria del "Bienestar"
El IMSS, bajo la batuta de Zoé Robledo, se ha echado encima una "responsabilidad multimillonaria" al absorber a 10.8 millones de mexicanos de IMSS-Coplamar y a un número indefinido de trabajadores de plataformas digitales. Esto, sin que se sepa si el presupuesto aprobado contemplaba esta "transferencia".
¡Qué detalle! En un sistema de salud que ya atraviesa "uno de sus peores momentos", con quejas por la "pésima atención" y el "desabasto de medicamentos", ¿cómo se financiará este "gasto"?
La respuesta es sencilla: ¡con más "endeudamiento"!
México, que ya aumentó su deuda en 68% en seis años, ahora suma la salud de millones a la cuenta. La Presidenta Sheinbaum insiste en que no es un "capricho" rescatar aerolíneas o impulsar otras obras, pero la salud, al parecer, puede esperar, o ser financiada con los fideicomisos del Poder Judicial. ¡Prioridades!.
Por cierto, no está usted para saberlo, ni yo para contárselo, pero ese programa lo implementó Luis Echeverría Álvarez y lo consolidó José López Portillo. Nombres malditos que no son nombrados por la 4T, pero cuyo legado pesa hoy mucho más que nunca, digan lo que digan los solovinos.